El Ratón Campesino y el Cortesano

Un ratón campesino fue invitado por su amigo, un ratón cortesano a que lo visitara en la corte. El ratón campesino muy alegre aceptó la invitación. El anfitrión e invitado charlaron muy a gusto hasta llegar la hora de la comida.

El ratón campesino se maravilló de todos los bienes y abundancia que su amigo tenía a su disposición. Su amigo cortesano le ofreció uno de los banquetes más exquisitos que el ratón campesino había visto. El ratón ciudadano mostró a su amigo trigo, legumbres, higos y queso, frutas y miel. Maravillado el ratón campesino, bendecía a su amigo de todo corazón y renegaba de su mala suerte.

Listos para deleitarse en el banquete, los dos se acomodaron en la mesa, pero en medio de su festín un hombre abrió de pronto la puerta. Espantados por el ruido, los dos ratones se lanzaron temerosos a los agujeros.
Volvieron luego a buscar higos secos, pero otra persona incursionó en el lugar, y al verla, los dos amigos se precipitaron nuevamente en una rendija para esconderse. Estuvieron escondidos un instante, con el corazón en la mano, hasta que se alejaron los pasos. Entonces el ratón de los campos, olvidándose de su hambre, suspiró y dijo al ratón cortesano:
"Adiós amigo, veo que comes hasta hartarte y que estás muy satisfecho; pero es al precio de mil peligros y constantes temores. Yo, en cambio, soy un pobrete y vivo mordisqueando la cebada y el trigo, pero sin congojas ni temores hacia nadie."

Answers

1. El ratón cortesano tenía banquetes muy exquisitos.

2. Porque se espantaron cuando un hombre abrió de pronto la puerta.

3. Porque aunque sea pobremente no vive con congojas ni temores hacia nadie.

4. Answers may vary.

The Country Mouse and the Member of the Court

A country mouse was invited by his friend, a courtesan mouse to visit him in court. The country mouse happily accepted the invitation. The host and guest chatted with gusto until meal time arrived.

The country mouse was marveled by all the provisions and abundance that his friend had to his disposal. His courtesan friend offered him the most exquisite banquets that the country mouse had ever seen. The city mouse showed his friend wheat, legums, figs and cheese, fruits and honey. Amazed the country mouse blessed his friend with all his heart and regreted his own bad luck.

Ready to delight themselves with the banquet the two got set at the table, but in the middle of the feast a man opened the door. Scared to death by the noise the two mice jump into a whole. They returned to look for dry figs, but another person came in into the room, the two friends launch themselves into a crack to hide. They stayed hidden for an instant, with their hearts in their hands, until they heard steps fading away. Then the country mouse, forgetting his hunger sighed and said to courtesan mouse: "Good bye friend, I see that you eat until you stuff yourself and that you are very satisfied; but is the price of a thousand risks and constant fear. I, on the other hand, am poor and live nibbling barley and wheat, but without worries or fear towards anyone."